El concepto nos ayuda a estructurar el pensamiento para una toma de decisiones clínicas más efectiva.
Hablamos conscientemente de un concepto Maitland® y no de técnicas Maitland®, porque el aspecto más relevante es el modelo de pensamiento y los procesos de toma de decisiones en los que se basa el procedimiento de exploración y tratamiento. La aplicación de la terapia manual es muy amplia y se abarca desde la ortopedia conservadora, postoperatoria y fisioterapia deportiva hasta la reumatología.
Además, al ser concebido como una forma de estructura y pensamiento, permite integrar conocimientos de muchas áreas y técnicas de diferentes especialidades , confiriéndole gran versatilidad a la hora de abordar los problemas de los pacientes.
¿De dónde viene?
Geoffrey D. Maitland, fue un fisioterapeuta australiano y cofundador de IFOMT (Federación Internacional de Terapeutas Manipuladores Ortopédicos). Empezó a desarrollar este concepto en la década de 1950. El concepto Maitland® es una de las grandes e importantes tendencias de la terapia manual hoy en día.
Geoffrey fue una persona inquieta y con un hambre voraz de conocimiento. Estaba convencido de que el análisis constante de sus procedimientos clínicos le proporcionaban una información vital para mejorar su practica. De hecho, como profesor, siempre enfatizó la importancia del examen clínico y los hallazgos clínicos y animó a sus alumnos a escribir informes de progreso del tratamiento desde el principio. Durante su trayectoria enseñó en numerosas universidades alrededor del mundo y escribió diversos libros y artículos científicos. Sus numerosas publicaciones se consideran la base sobre las que se han definido muchos de los conceptos de la fisioterapia moderna.
Lo que diferencia el Concepto de otras formas de trabajo es que se utilizan tratamientos específicos e individualizados para cada paciente, en combinación con la experiencia clínica del fisioterapeuta y la evidencia científica más reciente.
¿Qué problemas se pueden tratar?
¿Cómo funciona el pensamiento Maitland?
Pues bien, es algo complejo de explicar en un post, pero vamos a intentarlo. Durante la valoración y tratamiento de pacientes mediante el «razonamiento Maitland» se utilizan 2 niveles de pensamiento: uno más teórico y otro más clínico.
La separación entre ambos niveles se puede representar visualmente como un “muro de ladrillos semipermeable (“Brick Wall Model)” en el que ambos lados influyen en la información, ideas y generación de hipótesis sobre el problema del paciente.
Sin embargo, el foco principal del concepto Maitland es en el lado clínico. ¿Y por qué?
Pues bien, siempre debemos tener en cuenta que el conocimiento teórico influye en la acción, pero no la dirige. La información del lado teórico, (ej.: diagnóstico médico, conocimiento sobre tipos de lesiones o terapias) aporta información útil acerca de las precauciones, contraindicaciones, dosis y progresión de las técnicas de examen y tratamiento, así como del pronóstico, pero la situación individual del paciente que tenemos delante es lo que marca la dirección que debemos tomar en cada situación.
Si cada persona es única, cada caso también lo es.
Ahora ya conoces un poco mejor nuestra forma de trabajar. Si te llama la atención o quieres saber más puedes visitar la web oficial de la International Maitland Teacher Association (IMTA), la organización que a día de hoy sigue manteniendo vivo el espíritu de Geoffry D. Maitland.