Los meniscos son estructuras fibrocartilaginosas que se sitúan dentro de la articulación de la rodilla. Están diseñadas para mejorar la función articular y funcionan como «almohadillas» que amortiguan el peso corporal, haciendo que el cartílago articular soporte la carga mecánica de una manera más eficiente. Proporcionan a la articulación de gran estabilidad y juegan un papel fundamental en la buena mecánica articular.
Aunque los más conocidos y tratados son los de la rodilla, lo cierto es que los encontramos también en otras áreas, como los hombros o las muñecas. A continuación, nos gustaría hablaros sobre la rehabilitación en lesiones de menisco, proceso fundamental y de enorme importancia, al estar hablando de un elemento que desempeña un papel vital en la salud de las articulaciones, especialmente de la rodilla.
Desde Activefisio somos muy conscientes de que una lesión de los meniscos puede alterar el buen funcionamiento de las articulaciones y de su cinemático. Esto desembocaría en última instancia en un aumento del estrés en la zona y en una degeneración temprana de la articulación. Hay que tener presente que los meniscos son fundamentales para un correcto funcionamiento y estabilidad de la articulación de la rodilla. Además, entre sus cometidos también se encuentran los de amortiguar golpes y disminuir el desgaste de los cartílagos.
Tratamiento de rehabilitación en lesiones de menisco
Una de las lesiones más habituales en la rodilla, junto con las que afectan al ligamento cruzado anterior, es la rotura de menisco. Esto se acentúa todavía un poco más entre la población deportista. Su causa radica en una rotura o un desgarro del fibrocartílago, un tejido cuya función principal es la de ejercer como amortiguación entre la tibia y el fémur.
Son varias las causas que pueden derivar en una rotura de menisco, aunque todas tienen en común que tiene lugar tras un movimiento brusco de la rodilla:
– Causas degenerativas, como puede ser el desgaste del cartílago a causa de enfermedades tales como artrosis u osteoporosis.
– Causas traumáticas, roturas que tienen su origen en un impacto.
Independientemente de la causa, los síntomas de una rotura de menisco son bastante típicos y característicos. Los principales son: dolor relacionado con el movimiento en la cara medial o lateral de la rodilla (dependiendo del menisco afectado) que se produce durante actividades como caminar, subir/bajar escaleras, agacharse de cuclillas, apoyar el peso sobre la pierna afecta, etc. Del mismo modo, también se pueden dar casos de lo que llamamos «bloqueo meniscal», en el que se produce una limitación del movimiento de la rodilla debido a que la parte «desgarrada» del menisco impide un correcto deslizamiento de la articulación impidiendo que se pueda doblar y estirar la pierna con normalidad.
¿Y qué hay del tratamiento y rehabilitación en lesiones de menisco? Contamos con tres tipos de tratamiento:
– Farmacológico: Habitualmente, antiinflamatorios no esteroideos y analgésicos para el dolor.
– Conservador: Fisioterapia y ejercicio.
– Quirúrgico
Habitualmente, el tratamiento de primera línea es el conservador ya que tiene menor riesgo de complicaciones, a no ser que exista bloqueo meniscal o que el tipo de rotura requiera de intervención quirúrgica según el criterio del cirujano.
Hay que tener en cuenta que la fisioterapia es uno de los tratamientos más efectivos para la rehabilitación de esta clase de roturas y fracturas en el menisco. Su aplicación puede darse en diferentes momentos, ya sea en fase primaria para evitar una cirugía o posterior a la intervención para completar la rehabilitación de la articulación.
Son varios y muy interesantes los beneficios de un tratamiento con fisioterapia para lesiones de menisco. Podemos destacar principalmente:
– Mejora el dolor del paciente
– Mejora la función articular al aumentar las capacidades del sistema neuromuscular
– Contribuye a la recuperación de la movilidad normal en actividades diarias
– Presenta un riesgo muy bajo en comparación con las complicaciones que puede presentar una cirugía.
Así, la rehabilitación en lesiones de menisco puede suponer la aplicación de distintas técnicas, aunque el objetivo final es común: fortalecer y estabilizar la rodilla de manera que el propio paciente sea capaz de recuperar la capacidad de llevar a cabo actividades habituales. Entre los procedimientos más utilizados en fisioterapia se encuentra el trabajo con ejercicio domiciliario y/o supervisado como piedra angular. Del mismo modo, es importante hacer énfasis en la progresión de cargas. A nivel pasivo, también se llevarán a cabo movilizaciones articulares para mejorar el dolor y la movilidad.
En definitiva, los tratamientos de fisioterapia para lesiones de menisco son altamente recomendables, puesto que se enfocan en la obtención de un fortalecimiento de la articulación y recuperación de la movilidad por parte del paciente.