La escalada ha pasado de ser un deporte minoritario a convertirse en una de las actividades más populares tanto en interiores como en exteriores. Con este auge, también ha aumentado el número de lesiones propias de esta disciplina.
En Activefisio vemos cada vez más escaladores —desde principiantes hasta atletas de élite— que acuden por dolor en los dedos o el hombro, las dos zonas más afectadas según la evidencia científica actual.

Lesiones de dedos: el punto débil del escalador
Durante una sesión de escalada, los dedos soportan una enorme carga. Los músculos flexores de los antebrazos transmiten toda la fuerza a través de pequeños tendones que pasan por anillos fibrosos llamados poleas (o “ringbands”).
Cuando la tensión es excesiva —como al colgar de presas pequeñas o en agarres tipo “crimp”— puede producirse una rotura parcial o total de una polea, una de las lesiones más frecuentes entre escaladores.
Lesiones habituales:
- Rotura de polea (A2-A4): dolor agudo, inflamación y a veces un “chasquido” en el momento de la lesión.
- Tenosinovitis: inflamación por sobreuso, con dolor y rigidez progresiva.
- Fractura epifisaria en jóvenes: en escaladores adolescentes por cargas repetidas antes del cierre de la placa de crecimiento.
- Lesión lumbrical: daño en los pequeños músculos de la palma, típica al usar agarres con uno o dos dedos.
En Activefisio tratamos estas lesiones combinando fisioterapia específica, terapia manual, punción seca y readaptación al gesto de escalada.
El objetivo es aliviar el dolor, restaurar la función y que vuelvas a escalar sin miedo ni recaídas.

Lesiones de hombro: potencia sin control
El hombro es la articulación más móvil del cuerpo… y también una de las más vulnerables. En la escalada, los movimientos de tracción, suspensión y rotación continua generan un alto estrés sobre los tejidos.
Lesiones más frecuentes:
- SLAP lesion: daño del labrum (cartílago del hombro) asociado al tendón del bíceps, típico en escaladores mayores de 30 años.
- Impingement o pinzamiento: roce entre tendones y huesos por mala mecánica escapular.
- Rotura del manguito rotador: más común en escaladores veteranos o con gran volumen de entrenamiento.
- Luxaciones y lesiones tipo Bankart: en caídas o movimientos bruscos, cuando la cabeza del húmero se sale parcialmente del hombro.
Con un programa personalizado de rehabilitación, control motor y fortalecimiento, en Activefisio ayudamos a recuperar la estabilidad, la fuerza y la confianza necesarias para volver a escalar sin limitaciones.
La prevención es tu mejor cuerda
El artículo de Schöffl y colaboradores destaca que muchas de estas lesiones surgen por exceso de carga, mala técnica o falta de descanso.
Algunos consejos para prevenirlas:
- Calienta siempre antes de escalar (especialmente dedos y hombros).
- Aumenta la dificultad de forma progresiva.
- Alterna días de entrenamiento con descanso o sesiones suaves.
- Incorpora trabajo de fuerza, movilidad y control motor fuera del muro.
- Acude al fisioterapeuta ante los primeros signos de dolor o rigidez.

En resumen
La escalada exige mucho al cuerpo, especialmente a los dedos y los hombros. Detectar y tratar a tiempo cualquier molestia puede marcar la diferencia entre seguir disfrutando del deporte o caer en una lesión crónica.
En Activefisio somos especialistas en fisioterapia deportiva y en la recuperación de lesiones de escaladores.
Si sientes dolor al escalar o notas limitaciones en tus dedos u hombros, reserva tu valoración y te ayudaremos a volver a la pared más fuerte que nunca.
Bibliografía
Schöffl V, Simon M, Lutter C. Finger- und Schulterverletzungen im Klettersport [Finger and shoulder injuries in rock climbing]. Orthopade. 2019 Dec;48(12):1005-12.